Sunday, February 27, 2011

Intro

Hace un tiempo que le venía dando vueltas a escribir este blog. La idea me vino motivada por la llegada de Rusty a la casa. Yo siempre he vivido con gatos. En la casa de mis padres siempre teníamos gatos (básicamente porque siempre consideraron que un perro era mucho atado y claro, el año que yo me fui... fue el año que por primera vez llegó un perro a su casa...) y después, cuando ya vivía sola, los gatos fueron la opción natural. Primero el Demian, que ahora tiene 4 años y luego su hermano Pankrasio, que tiene 3. 

Entre todo  mi novio se vino a vivir conmigo, nos casamos y a principios del año pasado, llegó Rusty, un Border Collie que está a punto de cumplir un año.

Siempre pensé que tener un perro con dos gatos era una locura, que el que los animales fueran más que las personas se prestaba a un motín del que no íbamos a salir bien parados, y que el tener a un perro mediano / grande en un departamento era cruel. But somehow, we made it work.

Y así es que vivimos en un departamento de 100m dos siameses, dos humanos y un perro. Es menos caos del que suena y sí, toda la diversión que parece. Este blog es para hablar de las aventuras y desventuras que devienen de mi vida con peludos.

Ah, y volviendo a por qué la llegada de Rusty motivó esto, bueno, tiene que ver básicamente con las diferencias entre vivir con gatos y vivir con perros. Es muy distinto y siempre me han llamado la atención las diferencias entre gatos y perros, pero sólo ahora he comprendido y reflexionado en profundidad y con conocimiento de causa, acerca de las implicancias que esto tiene; en lo que lleva a una persona a querer vivir con gatos, con perros o con ninguno...

Y sip. El nombre es por Platero Y Yo, un libro que me encantaba cuando chica y que claramente nunca terminé de leer en esa época. Porque Platero Y Yo, señores, NO ES un libro para niños, a pesar de que se lo ha presentado así.


Demian (a.k.a. Demi, Aremi, Aremicito, Demian Bolito, Gato Gris Siniestro) es el de la izquierda, un Siamés Blue Point, que siempre mira con desaprobación y que, por tal, te hace sentir la persona más afortunada del mundo cuando se digna a aprobarte. Yo le admiro y le temo un poco, secretamente.

Pankrasio (a.k.a. Kracho, Krachito, Krach Bandicutcut, Gato Gorrditto), a la derecha, es un Siamés Seal Point, que le gusta conversar de todo, especialmente comentar lo que se cocina en la casa y la actualidad nacional. Es dulce y cariñoso, aunque cauteloso con desconocidos. Gusta de -y elige con precisión milimétrica- las faldas de las personas más ajenas a los gatos cuando hay invitados.

Son hermanos de padre y madre, aunque de camadas distintas. Los dos llegaron de 2 meses y medio, aunque con un año de diferencia.


Él es Rusty (a.k.a Rusty Krusty, Dosty, Dostito, Perrocafé, Cane Magro), aunque ahora está mucho más grande. Ahí era cachorro de unos 4 - 5 meses. Es un Red Border Collie, que aunque se llaman Red es café y es la raza más inteligente de perro que hay. Y se nota. Aprende un truco nuevo en menos de 10 repeticiones y demanda aprender cosas nuevas constantemente. Sabe muchas cosas y siempre impresiona a la gente en las plazas, aún a otros dueños de Border. Come poco, corre mucho y no puede resistirse a un juguete lanzable. Tirarle una pelota para que la traiga es un evento que desencadenará una rutina incansable en la que él puede entretenerse eternamente.

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