Sunday, July 3, 2011

El OTRO gato al veterinario

(Este blog llevaba escrito un buen tiempo pero queria postearlo con las fotos del caso, así que ahora va)


Y bueno, como no hay plazo que no se cumpla... el sábado le tocó al Demian ir a veterinario.

Preview: lo del Demian no fue como lo del Kracho. El Kracho aceptaba estoicamente su destino... el Demian NO.

Sábado en la mañana, como siempre fui al estadio bien temprano, luego dimos una paseo por el Bicentenario con Rusty y siguiendo en las actividades animalísticas me dispuse al llevar al Demian al veterinario, que es lo que correspondía esta semana.

Para empezar, el Demian no estaba tan dormido como la semana pasada, por lo que ya ponerle el arnés no fue tan fácil como con el Kracho. Se resistió, luchó y reclamó, pero lo logramos con cierta... gracia. Aún.

Tomarlo en brazos para bajar ya fue complejo. Me cachó al tiro que no quería sólo sacarlo a pasear al pasillo sino que meterlo a la fuerza a la cámara de tortura sin fin: el ascensor. Y empezó el reclamo. Físico y auditivo, es decir que me clavó las uñas en el hombro y se puso a chillar como desaforado, con ese chillido bajo y prolongado de los siameses que te dejan en claro -y a todos a tu alrededor- que eres una mierda de persona por hacerle lo que sea que le estás haciendo al pobre gatito. Ese chillido se parece bastante al del ritual de apareamiento de los gatos. Espero que Demian lo haya pensado en el primer sentido...

Llegamos al lobby del edificio. Podría haber pasado piola, pero no such luck: había una reunión de conserjes en la recepción. Y claro, el escándalo tornó todas sus enjuiciadoras cabezas hacia mí... Y bueno, ante la queja constante, lastimera y sin par del Demian, no me quedó más que poner cara de circunstacia mezclada con estupidez (siempre he creído que a la gente estúpida se la juzga menos).

Añadí -sin que fuera necesario, por cierto- que el gatito (demonio) iba al veterinario y no estaba muy de acuerdo (lo cual era tan evidente que debo haber despejado todas las dudas de los conserjes con respecto a mi CI normal lento) y partí al auto. Sinfonía peluda en brazos.




Llegué al veterinario y para maldición de maldiciones, mientras sucedía toda esta indignidad del gato indignado, tuve que esperar a que saliera otro paciente peludo de la consulta. Uno bastante más bien portado que el Demian, por cierto...

Y mientras esperábamos, puse al Demi en el suelo a ver si se calmaba un rato y no halló nada mejor que ir a instalarse en las camitas y casitas para gatos que tenían para vender. La verdad es que ahí se escondió y se quedó callado así que me quedé calladita procurando que el Demian no hiciera demasiado s destrozos cosa de no tener que, además de todo el show y la vergüenza, comprarle una camita nueva al perla. Pasamos piola, no tuve que pagar destrozos, aunque tal vez debería haber ofrecido a sacar los pelos...

Y así fue que pasamos. Ya no había tanto show y pudimos hacer lo nuestro:

El gatito amarillo fue gentileza de Eduardo, veterinario de los peludos en un intento por calmar el cut.
intentando escapar...

Rabia y Triple, all done!!

Y bueno, al final todo salió bien y reconozco que le compré al Demian una latita de comida de esa deliciosa que cuesta como dos lucas la lata... se lo merecía por tanto sufrimiento!!

4 comments:

  1. espera le mandaste la antirrabica y la triple en el mismo dia, puta Az yo tambien te armo show po te reviento los neumaticos o algo pero es que es muy hardcore... y eso qu eno quiero a los gatos

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  2. Pero si pregunté poh y no hay drama. Es muy normal ponerle las dos juntas.

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  3. El sábado pasado me toco llevar a Lola al vet también. Quería hacerle el examen de leucemia por la historia de mis ultimas peludas.
    Llegue con el adorable gatito y la vet se enternecio hasta lo mas profundo, ternura que solo duro hasta que prendió la máquina de cortar pelo para limpiarle la pata donde sacarían sangre.
    En ese minuto afloró la bestia que lleva dentro (que las perritas y yo ya hemos conocido) y así, sin mas, ataco a la vet con uñas y dientes. En pro de su integridad, la vet la sedo un poco y procedió a sacarle la muestra de sangre y en ese minuto que ya estaba medio aturdida, aproveche de preguntar por unos pequeños pelones que me parecían raros. Después de inspeccionarlos, sin mucha dificultad, la vet diagnostico sin lugar a dudas, "Lola tiene tiña" TIÑA!!! Exclamé yo, en shock, jamás en mi vida tuve un peludo tiñoso.
    La vet trato de calmarme diciéndome que pasaba hasta en las mejores familias y que claramente la traía con ella al momento de ser adoptada.
    En fin, ahí esta Lola, con unos pelones ridículos, y nosotros esperando que no se le pegue a nadie en la casa.

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  4. Yo tuve muchas veces gatos con tiña cuando vivíamos en casa. Siempre se la pegaban. Y nunca un humano se la pegó. Les dábamos unos remedios en pastillas, creo y una crema pa los pelones y santo remedio, se fue la tiña. La verdad es que cuando trabajaba en adopciones de perros llegaban unos que uno los veía y era como que no tenían vuelta, pero la tiña se va tan fácil como viene y quedan preciosos. De verdad que hasta en las mejores familias y no es tan cuático como uno cree. Éxito con ello

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