Monday, August 22, 2011

Signos inequívocos del verano inexorable

El cambio de hora que me hace sacar al perro a pasear a oscuras en la mañana es una cosa... Pero hay otras cosas que anuncian de forma más patente la llegada de la maldita temporada estival.

Convengamos que I am not a summer person. Therefore, la proximidad del verano me vuelve más hostil que de costumbre. Así que estos signos son portentos de la mitad del año que no me gusta. Lo bueno es que los giles se van de vacaciones y me despejan las calles y las plazas. Lo malo es que antes de eso hay que bancarse Diciembre, que es donde todos los giles salen a las calles y plazas como si el mundo se les fuera a acabar...

Pero bueno, a lo que nos convoca: las señales de que la temporada está cambiando en mi casa:

Hoy el perrito fue con su padre a jugar a la plaza. Todo bien, solcito, jugando al disco... por cinco minutos...  Y luego:



No dio más, el calor lo clotió. Lengua de macha e indiferencia ante el disco, el objeto más preciado que existe ante su cabecita de perrocafé...

El otro día fuimos a la plaza y corrimos harto. No hacía calor, pero cuando el perrito llegó a la casa...

... este fue el resultado
Con suerte alcanzó a llegar a su plato de agua, para tomarla y luego desplomarse ipso facto, sin siquiera tener la decencia de encontrar un lugar más adecuado. O menos en-medio-del-escritorio.

Otro portento, esta vez relacionado con los cuts: las bolas de pelo han empezado a rodar. No las he fotografiado porque francamente me dan asco. Y alergia. Pero la cosa es que desde hace una semana que en cada rincón donde se forma corriente aparecen unas bolas de pelo tamañas. Parecen de esas bolas de heno que ruedan por el desierto cuando alguien cuenta un chiste fome. Pero de pelo de gato. Y nadie ha contado chistes.

Es decir, ha llegado la temporada de pelechar. Al menos los gatos y el perro han tenido -hasta ahora- la decencia de pelechar en temporadas distintas, pero no me cabe duda de que el perro va a atinar pronto que pelechar en Mayo no es lo más optimo y se va a sincronizar con los cuts. Eso será el Armageddon. Del pelo.

Lo bueno es que el Aremi y el Sasquach ahora descubrieron que les gusta que los cepille, hasta en la pancita, lo cual es delicioso. Lo malo es que nunca es suficiente y tarde o temprano empezarán las invocaciones a Cthulhu, que con un suave IA IA CTHULHU FHTAGN! nos recordarán que no hay primavera sin regurgitación de pelo de gato en el piso flotante y la alfombra.

Por ahora, les dejo una foto que nos recuerda que siempre tras el sol se esconde la nieve, que no hay que perder la esperanza, que todo es circular y que todo pasará. Tras todo verano, viene un otoño. Después del calor sofocante, siempre viene la lluvia.

Winter is -eventually- coming.

Rustito en la nieve de la semana pasada. En pleno Santiago!!

1 comment:

  1. hola
    desde hace algun tiempo, me he dedicado a leer
    todos tus post...
    son increibles, ya que tbn tngo un minino, creeme ke me has servido de inspiracion jeje..abraxos y ojala actualices pronto...

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