Thursday, August 29, 2013

Durmiendo en manada

Al principio, cuando llegó Oz, la cama era dominio del Demi y el Kracho. O sea... era dominio nuestro, pero dejábamos que los aremis durmieran con nosotros (conmigo, la verdad... el mono los patea en sueños. Y despierto, jajaja).

Luego vino Oz, que no se podía subir a la cama porque era muy pequeño aún y no podía saltar. Entonces eso era estupendo porque el perro dormía abajo en su cama, nosotros arriba y los gatos a los pies de la cama, ¡todo ordenado!

Y... el perrito creció y aprendió a subirse a la cama y descubrió el maravilloso mundo de la scaldasonno y el box spring, entonces la cama que habíamos elegido con tanto cuidado pasó a ser el destierro más profundo y resultó que ahora todos quieren dormir en la cama. 

Al principio la cosa era más o menos así... manejable

Y así figuran las noches acá. Yo sé que ya he escrito que esto me gusta, pero la verdad es que hay momentos en que se hace inmanejable la situación y, por supuesto, el metro cuadrado mejor tasado es el mío... Probablemente porque los pateo menos y en el fondo en el fondo saben que a mí me gusta dormir con ellos.

Pero nadie puede caber así...!
Lo que ha determinado que yo haya desarrollado las maravillosas capacidades de:

  • No despertarme cuando un perro, gato (o mono) se sube a la cama de un salto en el medio de la noche
  • Dormir aprovechando todo el espacio disponible, aunque dicho espacio muchas veces no tenga forma de humano, sino de cuncuna con dolor de guata
  • Moverme lo menos posible en la noche, so pena de perder el espacio ganado en el ajedrez que es la conquista del espacio de la cama y de la frazada
  • Darme vuelta sin mover el plumón, porque hay un perro que hace peso a un lado y dos gatos que ídem en el otro.
  • Levantarme al baño haciéndole quite al Kracho que es tan flojo (o estratégico) que prefiere maullar su desesperación antes que moverse cuando uno lo aplasta moviéndose o parándose. Entonces suele figurar aplastado...




Lo que sí aprecio profundamente es que en este ajedrez nocturno (y, digámoslo, muchas veces diurno también) es que los aremis y Oz han aprendido a tolerar el contacto cola - lomo, cola - cola, e incluso cola - cabeza. Lo que es especialmente chistoso porque cuando está despierto, el Rusty más bien les tiene miedo a los gatos y evacua raudamente las premisas cuando el Demian se sube de un salto a la cama, pero diez minutos después pueden estar durmiendo los dos juntos así:

Contacto cabeza - cola

Y finalmente les dejo la foto que actualmente es mi portada en el teléfono:


Esta me gusta mucho porque muestra a cada uno esgrimiendo las habilidades que más los destacan: Ozti atento y presto a seguir una orden o a jugar... Y los aremis durmiendo, ignorándonos y despreciándonos un poco. Pero todos en la cama!!


1 comment:

  1. Entiendo perfectamente tu sentir, de soltera dormía con la Cleo y la Mota y después la Mota la Lola y la Rafaela a veces, pero ahora no me dejan, Javi afina su garganta y la Chiqui se da por enterada de que es hora de irse a su sillón y la Gatamargarita no se da cuenta y esta volando hacia el living sin derecho a pataleo. Debo reconocer que se agradece, porque yo no tengo corazon para cerrarles la puerta.

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