Monday, February 28, 2011

Amigos en la plaza

Habiendo declarado públicamente en mi último post que I'm a cat person, me lleva inevitablemente a pensar en todas esas ocasiones en las que no me comporto como un cat person. Una importante ocasión de esas es llevar a Dostito a la plaza.

Contexto: habitualmente yo saco a Dosty a pasear en las mañanas mientras el mono duerme (él trabaja en la casa así que puede disfrutar de esa maldita media hora extra que tanto envidio). Eso sólo para luego disfrutar del infinito placer que me genera el que a la vuelta el perro le salte encima para despertarlo. Una persona adicta a dormir como yo podría pensar que eso es lo más annoying que hay, pero él parece disfrutarlo todas y cada una de las veces. Y la verdad eso me hace feliz.

Solemos ir a una plaza cerca la cual bauticé Plaza de la Caca, ya que en la fase de entrenar al can a que hiciera sus cosas fuera de la casa esa plaza tuvo un rol fundamental y autoexplicativo.

Luego en las tardes, cuando llego de la pega, lo llevamos los dos a pasear, habitualmente a la plaza Las Lilas.

Todo esto para decir que voy bastante a la plaza con el perro y camino mucho por las calles con él. A veces solos y a veces con el mono. Y resulta que, para mi asombro, el caminar con un perro más menos agraciado como es Dostito...


...genera que la gente me / nos hable.

¡Horror! Mi naturaleza autista y cada vez más esquizoide me hacía temer a esta inesperada interacción social al principio. Qué cresta les importa, si es obvio que si se sienta en las esquinas antes de cruzar es porque está entrenado; no, no es un quiltro, es un Border Collie ¿un collie? No, un Border Collie y no, no es lo mismo; y así...

Sin embargo, de a poco he empezado a valorar ciertas interacciones (no todas, claro, a cat person is a cat person after all). Incluso puedo decir que he hecho algunos Single Serving Friends en la plaza. Hasta he tenido conversaciones interesantes con algunos y sí, debo reconocer que he aprendido una que otra cosa.

Hay que reconocer, de todas formas, que la mayoría de las conversaciones son predecibles y aburridas y no pasan del cuántos años tiene tu perro, qué raza es y uy qué obediente es tu perro, cómo es que se llama...? Pero también descubrí la ruta del Mapocho en el Bicentenario gracias a unos anónimos dueños de Border y aprendí a sacar agua de los regadores de la plaza Las Lilas con un palito.

Y también están los habitué de las plazas: esos con los que nos topamos todos los días, les sabemos los nombres y las mañas a los mutuos perros y compartimos ciertos códigos tácitos: no acercarse al grupo de VDMs y sus falderos chillones y camorreros, compartir el agua para los perros; un bien escaso y demandado en verano, amarrar al perro propio cuando se pone muy hinchapelotas y respetar el silencio y el cat personness o dog personness de cada uno.


2 comments:

  1. Te falto decir cuanto adoras hacer show con el perro para que la gente quede boquiabierta y te diga "uuuuy que seco!"

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