Thursday, March 31, 2011

Rusty en la oficina

Hoy Rustito vino a trabajar conmigo. El mono se tuvo que ir a una reunión de pega en Viña e iba a estar todo el día fuera, así que me vine con can y todo a la pega, previa venia de mi jefe y entusiasmo de parte de mis compañeros.


Rusty es bien portado, la verdad es que huevea poco y con sacarlo un par de veces a dar una vuelta por la cuadra para que hiciera sus cosas no hubo drama.

En la oficina fue la sensación del momento: todo el que pasaba chillaba un poco y la mayoría caía en la tentación de tirarle una pelota o una botella o lo que sea, enfrascándose en una dinámica interminable de humano tira - perro va a buscar - humano tira - repita hasta el fin. Rusty fue feliz y creo que la gente en la oficina también.

Lo que me lleva a pensar que uno debería poder ir a trabajar con su perro si es que este es decentito y bien portado como Rusty. Aporta al ambiente, todos son más felices y la verdad es que, al menos a mí, el día se me hizo muy corto.

Imagino que a Rusty también, porque cuando llegamos a la casa de la pega, previa pasada a jugar a la plaza, Rusty cayó en un coma profundo del que vino a salir con suerte hoy en la mañana para nuestra habitual salida. Claro, como en la casa habitualmente duerme su buen par de siestas largas mientras el mono trabaja y en la oficina conmigo durmió a lo más 10 minutos... llegó hecho bolsa. Lo reacomodamos como 15 veces en posiciones absurdas sobre la cama, just for the fun of it, y ni se dio por aludido. Bless him.

Por mi parte, fue un agrado sentir que tenía una cola. Cada vez que me paraba a hablar con alguien o al baño o a donde fuera Rusty me seguía de cerca. Supongo que como el ambiente le era un poco más ajeno y como al final el perro es bien mamón, no se me despegaba. Hasta al baño me lo tuve que llevar!

Fuimos a almorzar a los chinos de al frente que no se hicieron atado por el perro en la terraza, comimos carne mongoliana, fuimos a por un helado y nos encontramos con más compañeritos de la oficina en el camino de vuelta. Todo fue un éxito.

La tarde fue bastante tranquila, como pueden ver...



Como buena madre, le llevé su plato de agua y un hueso para que se entretuviera mientras yo trabajaba, aunque la verdad diversión no le faltó, porque siempre hubo alguien dispuesto a tirarle algo o al menos a conversarle con cara de gil, cosa que Rusty valora.

En resumen, propongo un Rusty day para todas las oficinas, es barato y todos son más felices.

P.S.
Al día siguiente la gente me recibe con: "hoy no viene Rusty? Cuándo viene de nuevo?" a lo que yo respondo que cuando el mono tenga reunión en Viña de nuevo.

La respuesta fue unánime: "ay, ojalá que tenga que ir harto a Viña...".


3 comments:

  1. Extraño a Rusty en la oficina!!!

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  2. Mona, esto fue ayer??
    Yo estaba en Juan Valdez entre 1 y 2:45... al lado de los chinos

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  3. Jajaja. Si. Ayer. Jajaja. Hubieras visto a dostito muy decente echado en la vereda

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